lunes, 13 de julio de 2009

Tan tonta fui, que aquella tarde me hiciste dudar: trabaste mi alma con tu frialdad, amor siguiendo al viento. El miedo a sufrir hoy me congela el rancho peor, si hace frío que venga el calor; yo no quiero estar vieja. Y lo mejor que me pudo pasar en el viaje fue mirar el paisaje y seguir, fue mirar el paisaje y seguir. Y al volver a mi querida ciudad contaré a los amigos que un día dejé esta aventura simple; voy a mentir cuando les diga que ya superé, que nunca hubo dolor en mi piel, que nada tuyo existe .

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